El Santo Bautismo es el fundamento de toda la vida cristiana, el pórtico de la vida en el espíritu («vitae spiritualis ianua») y la puerta que abre el acceso a los otros sacramentos. Por el Bautismo somos liberados del pecado y regenerados como hijos de Dios, llegamos a ser miembros de Cristo y somos incorporados a la Iglesia y hechos partícipes de su misión (CEC 1213). En el bautismo de un niño o un adulto celebramos el amor incondicional de Dios y damos la bienvenida a nuestra fe a quienes renacen por el agua y el Espíritu Santo.

Qué tengo que hacer para bautizar a mi hijo
En nuestra parroquia los Bautismos se celebran normalmente el segundo y cuarto domingo de mes. Es necesaria una catequesis bautismal. ¡Avisad con tiempo!
